Por Philatinos Media
Hay una confianza silenciosa que no proviene de cómo una joya deslumbra, sino de cómo se siente. A medida que el aire se vuelve más fresco y los hogares se iluminan con la calidez de las velas, la joyería se transforma en algo más que un simple accesorio: se convierte en memoria, expresión y presencia.
Nadie comprende esto mejor que Janice Grunwald, fundadora y directora creativa de JJ Jewelry. Formada en diseño y gemología, Grunwald ha redefinido la joyería fina moderna bajo una premisa única: las piezas deben moverse con quien las lleva, evolucionando de una declaración de moda a una reliquia familiar a través del tiempo y la intención.
“Esta temporada quiero que la gente vea la joyería no como algo que te pones, sino como algo en lo que vives”, afirma la diseñadora.
La elegancia de la moderación
Para Grunwald, la simplicidad es la forma definitiva de la sofisticación. En lugar del exceso, la experta aboga por piezas que otorguen presencia sin necesidad de «gritar».
“Hay poesía en la simplicidad. Cuando llevas una pieza extraordinaria —un par de pendientes de oro esculturales o un colgante que se asienta justo en la clavícula— cuenta una historia”, explica.
Guía de estilo para la cena de Acción de Gracias
Su consejo principal para vestir en esta festividad rompe con la norma habitual: Empieza por la emoción, no por el atuendo.
“Pregúntate cómo quieres sentirte esa noche: ¿arraigada, luminosa, segura? Deja que la joya siga esa intención. Una sola pieza bien elegida puede hacer más de lo que podrían hacer una docena apiladas”, sugiere Grunwald.


Los tonos de la temporada
La creativa se inclina por los metales que capturan la luz del otoño:
- Oro amarillo cepillado.
- Champán suave.
- Delicados tonos rosados.
“Hay algo en el oro en noviembre”, reflexiona. “Se siente vivo, casi humano. Capta la luz de la misma manera que lo hace la gratitud: silenciosa, pero inconfundiblemente”.
El arte de combinar (Layering)
Para quienes prefieren usar más de una pieza, la clave no es la simetría perfecta, sino el ritmo. Grunwald recomienda combinar un brazalete de oro mate con texturas como la seda o el tejido de punto neutro para crear un brillo discreto.
“La joyería no debe competir con tu piel. Debe pertenecerle”.
La regla de oro de Grunwald: Combina un elemento estructurado con uno fluido.
- Ejemplo: Un anillo atrevido junto a una pieza delgada e irregular.
- El resultado: “La tensión es hermosa. Es lo que evita que la elegancia se vuelva predecible”.
Piezas que evolucionan con la noche
El Día de Acción de Gracias es dinámico; no se detiene en la mesa. Por ello, las colecciones de JJ Jewelry están pensadas para adaptarse al ritmo de la velada mediante piezas modulares (pendientes desmontables, cadenas ajustables).
“Puedes empezar con algo atrevido para la cena y suavizarlo a medida que avanza la noche. Es una conversación entre tú y la pieza, debe evolucionar”, concluye Grunwald.
Este año, la invitación es elegir piezas que no solo brillen, sino que hablen: suavemente, personalmente y con intención.
Créditos:
- Fotos: @gabbavisuals
- Distribución: MS Agency para EB Public Relations.

